lunes, 25 de junio de 2012

Anna Vronsky - I


No hay sueño más imposible que el que no se quiere alcanzar.

Con un bastón de madera y empuñadura plateada, Anna movía su extremidad mutilada. Sus ojos recordaban una y otra vez la imagen, el momento preciso en el que todo ocurrió; su mente —por otro lado— recordaba todo lo demás, todo lo que la llevó a eso: las dudas, los celos a Vronski, las injusticias de Karénin, los despiadados comentarios de aquellas que no la aceptarían nunca más. Habían sido meses de tortura y ahora, ¿por qué dejarían de serlo? ¿Qué podrían esperar sus hijos ahora que, además de estar separada de todo, era una coja sin remedio? Sólo su hermano Oblonski y Lievin —con toda su familia— habían venido a verla durante largos meses de aislamiento. Kitty había sido su gran apoyo. La joven madre recordó ante la herida Anna todos los meses de trabajo y recuperación en Alemania y ambas se sintieron reconfortadas por una amistad que comenzaba a nacer donde alguna vez hubo celos, desprecio y hasta odio —por parte de una de ellas. La envidia de Anna a Kitty era ahora sana, porque se daba cuenta que la que había salido ganando con toda aquella historia había sido la joven, aunque también comenzaba a ver las cosas de otro modo.

5 comentarios:

Homúnculo dijo...

Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Anna Vronsky - I":

A mi me gustan las novelas que acaban bien. Este final me parece acertado, porque al personaje de Anna le das la oportunidad de ver la vida desde otra perspectiva, dejar atrás el pesimismo de la época y recobrar el interés por la vida. Anna se convierte al fin en un ser humano.



Publicado por Anónimo para La Pandilla de Ignacio a las 26 de junio de 2012 11:31

Homúnculo dijo...

Anónimo, quién seas... Lo mejor de todo, es que no acaba allí... Queréis más?

charo dijo...

El anónimo soy yo, lo leí desde otro ordenador, me olvidé de la firma.

El Mismo dijo...

Cierto humor negro veo en este final. Me gusta.

oliva lopez dijo...

Ami me gusta mucho este final. Pues tal como lo veo, los apuntes de nuestro profesor, han calado. Pues no quitaría nada de paja, ni pondría nada nuevo. Te doy la enhorabuena.
Soy Marioli, tengo ganas de reincorporarme al grupo y, tal como se dijo, enviar mis relatos. Este mes es complicado para mi, por temas personales. Pero os sigo. Un beso.